Como wedding planner, esta boda es, sin lugar a dudas, una de las más complejas que hemos organizado en relación a su producción.
Cuando los clientes nos contactaron, nos explicaron que tenían dos casas en un marco incomparable de la Costa Brava y que deseaban hacer la boda en ambas casas. Esta información nos pareció un poco compleja, pues trasladar a 300 invitados de una casa a otra no iba a ser tarea fácil, pero una vez que fuimos de viaje de inspección a conocer las dos localizaciones, entendimos perfectamente por qué querían celebrar la boda en las dos casas. Una de ellas, posee una piscina desbordante con las mejores vistas a las Islas Medas y la otra, una extensión magnífica para poder ubicar una gran carpa para los invitados.
Así que desde Sophie Kors Weddings nos pusimos manos a la obra y empezamos con el diseño de la boda. Se nos ocurrió crear un altar de metacrilato transparente encima de la majestuosa piscina desbordante donde los novios se pudieran sentar durante la ceremonia y todos los invitados tuvieran la sensación de verles flotar en el mar Mediterráneo. Para ello, a parte de la pasarela de metacrilato, utilizamos materiales transparentes como las sillas y unos pilares que también se construyeron expresamente para apoyar flores blancas y frescas como hortensias, orquídeas y calas. Este tipo de flores nos acompañarían en toda la decoración de la boda, ya que nos encanta seguir con la misma flor y no mezclar más variedades. Y con este espectacular photocall, se dieron el «Sí quiero» nuestros queridos novios.
Una vez acabada la ceremonia y en la misma casa aprovechando las vistas al Mediterráneo catalán, dio lugar el aperitivo servido por uno de los mejores chefs de nuestro país, Carles Gaig. www.restaurantgaig.com/es/
El aperitivo de la boda constó de estaciones monográficas típicas de la gastronomía catalana de este chef como el suquet de rape o la gamba de Palamós, entre muchos otros. Carles Gaig estuvo presente en la boda como responsable de la parte gastronómica, lo cual para nosotras es también una garantía de éxito y un honor que siempre esté él personalmente y que desde el principio a fin, se implique y diseñe el mejor menú de bodas para nuestros clientes.
Como siempre decimos en Sophie Kors Weddings, una boda no sólo es decoración, y en este momento llegó uno de los momentos que teníamos claro que tenía que estar muy bien organizado y coordinado con nuestra empresa habitual de transporte, y era el traslado de todos los invitados a la segunda casa, donde se celebraría el banquete. Estaba todo tan ensayado y tan meticulosamente estudiado, que todo salió a la perfección (contando con el handicap que teníamos de calles extremadamente estrechas y de dos sentidos, con lo que no podíamos trasladarlos en autocares convencionales)
Una vez llegados a la casa donde iba a tener lugar el banquete y posterior fiesta, los invitados se encontraron con largas mesas con altos jarrones con orquídeas donde marcamos las iniciales de sus nombres. Bajo estas iniciales colocamos botellitas del mejor aceite de oliva de L’Empordà donde se leía el nombre de cada invitado y que además les decían el número de mesa donde debían sentarse. Con lo cual el aceite de oliva, se convirtió en un seating plan muy original y típico de esa zona.
La carpa, medio ovalada y transparente dio cabida a los invitados bajo una lluvia de luces que parecían millones de estrellas en el cielo, creando un ambiente totalmente mágico.
Una vez finalizado el banquete, todos los presentes bailaron sin parar con nuestro Dj y acabamos viendo un precioso amanecer en uno de los lugares más bonitos del mundo, Begur.
Queremos agradecer como siempre, a todos nuestros proveedores por apoyarnos en este proyecto que volvió a ser un rotundo éxito. Somos un equipo, y en este tipo de bodas que son todo un reto, se demuestra la profesionalidad de cada uno de ellos.
También agradecer a nuestros clientes la confianza mostrada siempre en nosotras. Ha sido un auténtico placer trabajar para ellos.
Fotografías: Alberto Ballbé, Ochoteco y Sophie Kors Weddings.
