Una de las cosas más bonitas de nuestra profesión como wedding planners es que después de haber organizado una boda nos vuelvan a llamar los clientes para que organicemos la fiesta del bebé que están esperando.
Una baby shower es una fiesta que a nosotras nos encanta porque para empezar conocemos muy bien a la persona que va a ser mamá, ya que hemos vivido con ella todo el proceso de la organización de su boda, y nos hace especial ilusión organizar un evento para el bebé que viene en camino.
Esta fiesta se organiza al final del embarazo y normalmente la organizamos en casa de los futuros papás o en algún espacio escogido para la ocasión.
Familia y amigas de la mamá se reúnen para ayudarla a preparar la llegada del bebé y le llevan regalitos y buenos consejos. Esta fiesta sirve también para evitar las aglomeraciones en el hospital para ir a ver al neonato, ya que a veces y dependiendo del parto, la madre necesita estar tranquila y descansada y las múltiples visitas al hospital no ayudan nada!
Saber el sexo del bebé nos puede ayudar mucho en la decoración a la hora de escoger la paleta de colores que siempre son gamas pasteles y obviamente el azul o rosa están muy presentes. No solemos utilizar colores oscuros ni estridentes.
Habitualmente organizamos una merienda compuesta por piezas saladas y dulces que sirve un catering de nuestra confianza, pero quien se luce realmente en esta fiesta es nuestra pastelera que a través de pasteles, cup cakes u otros dulces hacemos cosas monísimas!
Una baby shower es una fiesta entrañable y un recuerdo maravilloso para toda la vida.