Los novios llegaron del frío noviembre moscovita, al cálido otoño barcelonés para casarse frente al mar Mediterráneo.
Y es que como weddings planners , cada año organizamos bodas de parejas extranjeras que deciden darse el » Si Quiero» en nuestra ciudad. Ya hemos repetido en varias ocasiones que el mes de noviembre en Barcelona no suele ser frío y de ahí que muchas parejas de fuera de España, escojan esta romántica estación del año para celebrar su boda.
En este caso, los novios optaron por el Hotel W Barcelona, puesto que todos los invitados venían de Moscú y nos pareció más práctico tener al grupo hospedado donde se iba realizar la celebración.
Como estuvieron todo el fin de semana, también organizamos cena pre wedding para ambas familias y una cena en el restaurante Boca Grande para la novia y damas de honor.
Los colores principales de la boda fueron los tonos blancos, rosas suaves y dorados.
Aún recuerdo de esta boda, el olor a rosas que hacía el salón del banquete, ya que cada centro de mesa estaba compuesto por cientos de rosas de la misma paleta de color ( La flor preferida de la novia) Un centro realmente espectacular!!
Jordi Anguera le hizo a la novia un vestido maravilloso de seda blanca con manga larga y espalda bordada. Los zapatos fueron unos fascinantes Jimmy Choos blancos con purpurina dorada . El novio más sobrio, fue de Hugo Boss.
Toda esta boda estuvo marcada por las rosas, ya que la novia le daba mucha importancia a las flores y todos los espectáculos que fueron un pilar importantísimo porque animaron desde el inicio hasta el fin.
Estos shows empezaron en el aperitivo de la boda, con una banda en vivo cantando versiones de los 80, y siguió hasta que empezó el banquete con un maestro de ceremonias que les fue introduciendo y anunciando cada uno de los diferentes shows, desde bailarines hasta cantantes. Y para acabar tuvieron un fin de fiesta de película, con todos los bailarines y cantantes haciendo una «performance» donde todos los invitados debían bailar una coreografía muy sencilla y preparada para la ocasión.
Fotos de Alex Guydeen y Otxoteko
