Cuando nos imaginamos como será el trabajo de una wedding planner, un pensamiento recurrente que nos viene a la mente es la película de Jennifer López, protagonista en “Planes de boda”. Nos imaginamos a esa persona, con su traje impecable, su indispensable intercomunicador dando toda clase de órdenes y con su imprescindible kit de emergencia colgado de su cintura. Obviamente, la realidad supera a la ficción y organizar una boda, como bien sabemos en Sophie Kors, supone un arduo trabajo de “backstage” que no se ve, pero que sin él, sería imposible lograr resultados increíbles.
Hay bodas que necesitan más preparación que otras, por la envergadura de los montajes técnicos y estructurales que conllevan como, montar carpas, baños externos personalizados, colgar lámparas y hasta allanar el suelo para que quede uniforme. Este trabajo necesita días previos de preparación y supervisión por parte de nuestro equipo de wedding planners.
Chequeamos personalmente uno por uno cada invitado siguiendo el orden y la ubicación que previamente los novios nos han pasado con el plano de mesas, así revisamos que no haya errores o invitados por sentar y sobre todo que no falten cubiertos, copas, platos de pan… por ubicar por parte del catering.
Las flores son una parte imprescindible y tienen un papel protagonista en cada celebración. Nuestros proveedores habituales, grandes profesionales, ya tienen claro las ubicaciones de montaje, pero siempre in situ pueden darse cambios y hay que estar pendiente por si el viento ha volcado algún jarrón, tener controlados los pétalos, las diferentes decoraciones de cada espacio, posibles ramos para regalar a las madres, el montaje del seating plan…
Otros puntos a tener en cuenta son la realización de las pruebas de sonido y luces y más si hay actuaciones. Control de la limpieza general del espacio, carteles indicadores, como los transfers de salida de los buses, tener siempre preparado un botiquín de emergencia y un largo etcétera que nos garantizarán la ejecución perfecta…
Una vez hemos llegado al espacio bien temprano por la mañana nos encargamos de revisar los diferentes escenarios donde tendrá lugar la boda y una vez van llegando los diferentes proveedores, catering, floristas, iluminación, sonido… repasamos con ellos los timmings, montajes y sobre todo revisamos que el material que se ha entregado sea el correcto.
No es lo habitual, ya que el plan B siempre queda decidido mínimo un día antes del gran día, pero en algunas ocasiones se ha decidido horas previas a la hora D y entonces aquí es donde Sophie Kors hace su magia. Lo más gratificante es escuchar, una vez finalizada la boda, que el plan B era incluso muchísimo mejor que el plan inicial.
Como siempre hemos comentado nos gusta encargarnos hasta del más mínimo detalle, dando personalidad y estilos diferentes a cada boda. Esto se ve reflejado en la preparación de las mesas. Un elemento básico es la colocación y la forma de las servilletas, la ubicación de la minuta y el naming de cada invitado, el cual tiene infinitas opciones posibles.
Una vez controlado estos detalles y si la ceremonia no se desarrolla en el mismo venue, el equipo se divide para cubrir también los preparativos en la iglesia. Colocación de misales, decoración floral, hablar con el oficiante o cura para cuadrar las músicas de las entradas y salidas de los novios, las lecturas… Como podéis comprobar son un sinfín de detalles a tener en cuenta, hay que ser metódico antes y durante la boda.
Por este motivo las bodas en Sophie Kors son una garantía de éxito, mimamos cada detalle para que el resultado no deje indiferente a nadie.
Más información sobre nosotras, no dejes de leer: https://sophiekorsweddings.com/que-habilidades-necesita-una-persona-para-triunfar-en-nuestro-sector/
Fotografías: Volvoreta, Kiss and Chips.