Desde California nos llegó una pareja encantadora con la que desde el principio fue muy fácil trabajar con ellos pese a la distancia que nos separa y sobre todo pese a la diferencia horaria. Los novios, ella americana y él canario, se enamoraron del Bell Recó en Argentona y aunque teníamos más visitas de prospección ese día, el amor a primera vista con este palacio fue fulminante, así que tuvimos que anular todas visitas a otros espacios de bodas.
Una vez escogido el Bell Recó nos pusimos manos a la obra con el diseño de la boda. La novia tenía clarísimo que quería una boda llena de color, le encanta el fucsia, el granate, colores fuertes y nuestro equipo de wedding planners no lo dudó ni un momento y escogimos la buganvilla como flor principal de la boda. Ella misma se ocupó de diseñar la invitación, programa de la ceremonia, los cartelitos con nombres de los invitados… y nos encantó!
Al venir todos los invitados de fuera de España, organizamos para ellos diferentes actividades los días previos a la boda, como un taller de paellas, otro día fueron a ver un espectáculo flamenco y cenaron típicas tapas españolas, y acabaron haciendo una travesía con catamarán para ver el atardecer de Barcelona desde el mar.
La ceremonia tuvo lugar en la zona del lago y allí apostamos por una decoración con aires tropicales porque utilizamos la hoja de palma que mezclamos con el color fucsia de la buganvilla. El altar también se decoró con la misma hoja de palma mezclada con la misma flor. Primero aparecieron los seis elegantes padrinos del novio y a continuación hizo la entrada él del brazo de su madre. Todo ello envuelto en la musicalidad inigualable de las notas de un piano blanco de cola que colocamos justo al lado del altar.
A continuación 6 damas vestidas con el mismo vestido y con los mismos tonos fucsias de las flores, hicieron su aparición para dar paso a la gran protagonista que del brazo de su padre llegó al altar con la canción de Lana del Rey “Young & Beautiful” tocada en directo por nuestra pianista. Una ceremonia muy emotiva que tuvo lugar en un marco incomparable como es la zona del lago del Bell Recó.
A continuación el catering de Esther Conde sirvió el aperitivo en la fachada de la casa y para el banquete habíamos diseñado algo que causó el “Woow “de todos los invitados de la boda, y es que colocamos cinco impresionantes lámparas chandeliers que hicieron resaltar aún más la elegancia de este maravilloso palacio. Estas lámparas colgantes fueron el photocall perfecto para la mesa presidencial de los novios.
En este blanquete volvimos a utilizar la fórmula de mezclar mesas redondas con mesas imperiales y fue todo un acierto, todas ellas con el mismo centro de mesa alto compuesto, evidentemente por buganvilla que mezclamos con racimos de uva, rosas fuscsias y velitas doradas. Unas mesas que quedaron espectaculares por la altura del centro y por el conjunto de las lámparas chandeliers y las bombillitas de las guirnaldas.
Una vez finalizado el banquete, los novios sorprendieron a todos los invitados con un perfecto baile nupcial en frente de la cascada y que acabó con una lluvia de confeti, de color fucsia por supuesto!
Una boda entrañable de una pareja todavía más entrañable con una familia diez! Un honor y un placer haber formado parte de este día.
Fotografías: Kiss And Chips
